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Luis Feito

Síntesis plástica

7 de Septiembre al
7 de Noviembre del 2006

Nació en Madrid en 1926, siendo todavía un niño sufrió los estragos de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Su familia poco pudo ayudarle en su vocación artística. Su padre, carnicero de profesión, le tenía preparado un futuro junto a él en el negocio familiar. Él, consciente de sus cualidades y, por encima de todo, lleno de ganas de pertenecer al mundo artístico, se decantó por una profesión mucho menos segura económicamente, pero más gratificante emocional e incluso, existencialmente. Sin embargo, tras realizar unos ejercicios espirituales, ingresó en un seminario. Estuvo año y medio en el seminario jesuita, teniendo como maestro espiritual al padre Llanos. No obstante su vocación espiritual fue dejando paso a la artística, abandonando definitivamente el mundo religioso. Este hecho le confirió la posibilidad de que se dedicara al difícil mundo del arte, no si antes obtener el permiso paterno.

En 1950 se matriculó en la escuela de Bellas Artes de San Fernando. Llegó de la mano del pintor Manuel Mampaso. Este, amigo del hermano, tras ver sus dibujos, le pidió que acudiera a su estudio para que realizara algunos dibujos y bodegones. Mampaso quedó sorprendido con la rapidez con la que absorbía las ideas y progresaba al mismo tiempo, por ello le animó a que realizara el examen de ingreso en la escuela de Bellas Artes de San Fernando.

La educación que se impartía en la escuela estaba basada en la tradición pictórica, anclada todavía en el siglo anterior. Había una negación de la modernidad, en el arte se reflejaba una situación política determinantemente obstruida, en las que las puertas a las nuevas tendencias artísticas estaban cerradas.

A pesar de todas esas clases academicistas, carentes de cualquier tipo de modernidad plástica, su paso por la escuela de Bellas Artes fue decisivo en su vida artística. De su generación salieron grandes artistas que como él, trascendieron las barreras de la tradición.

Aún sin haber terminado sus estudios, ya sentía la necesidad vital de ir a la que era uno de los centros artísticos más importantes del momento, junto con Nueva York, París. En 1955 obtuvo la deseada beca y marchó a la ciudad parisina. No sin pasar por ciertas dificultades, pero con las ganas y la satisfacción de estar viendo, conociendo y aprehendiendo, no solo del las vanguardias sino del abanico de posibilidades culturales que ante él se desplegaban.

En España, tuvo la oportunidad de exponer en la Galería Buchholz en el año 1954 y posteriormente en la Galería Fernando Fe, ambas eran de los pocos espacios culturales que se podía ver algo avanzado y de calidad. Su primera exposición en París fue en la Galería Arnaud, el año 1955, tras esta exposición se sucedieron veinticinco años de exposiciones con la misma galería.

Tras su estancia en París, llegó cargado de energía artística y al ver que el panorama español no había avanzado, sintió la necesidad, junto a los artistas Rafael Canogar, Antonio Saura, Juana Francés, Manuel Millares, Manuel Rivera, Antonio Suárez y Pablo Serrano y a los críticos Manuel Conde y José Ayllón, de fundar el grupo “EL Paso”. “El Paso” fue uno de los primeros movimientos vanguardistas de la España de la posguerra, introduciendo en nuestro país las premisas del informalismo y del expresionismo abstracto, recogiendo el testigo de las vanguardias históricas.

En 1981 abandona París y se traslada a Montreal hasta 1983, año en el que fijará su residencia en Nueva York.

Tras las exposiciones realizadas con el grupo, llegó el reconocimiento internacional y múltiples premios concedidos a lo largo de su larga trayectoria artística. Sus obras pueden verse en los más importantes museos de ciudades de todo el mundo: Nueva York, Houston, Toronto, Búfalo, México D.F., Río de Janeiro, Roma, París, Marsella, Suiza, Bélgica, Zurich, Tokyo, Japón, Israel. Y en ciudades españolas como Madrid, Álava, Alicante, Sevilla o Cuenca.

Nació en Madrid en 1926, siendo todavía un niño sufrió los estragos de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. Su familia poco pudo ayudarle en su vocación artística. Su padre, carnicero de profesión, le tenía preparado un futuro junto a él en el negocio familiar. Él, consciente de sus cualidades y, por encima de todo, lleno de ganas de pertenecer al mundo artístico, se decantó por una profesión mucho menos segura económicamente, pero más gratificante emocional e incluso, existencialmente. Sin embargo, tras realizar unos ejercicios espirituales, ingresó en un seminario. Estuvo año y medio en el seminario jesuita, teniendo como maestro espiritual al padre Llanos. No obstante su vocación espiritual fue dejando paso a la artística, abandonando definitivamente el mundo religioso. Este hecho le confirió la posibilidad de que se dedicara al difícil mundo del arte, no si antes obtener el permiso paterno.

En 1950 se matriculó en la escuela de Bellas Artes de San Fernando. Llegó de la mano del pintor Manuel Mampaso. Este, amigo del hermano, tras ver sus dibujos, le pidió que acudiera a su estudio para que realizara algunos dibujos y bodegones. Mampaso quedó sorprendido con la rapidez con la que absorbía las ideas y progresaba al mismo tiempo, por ello le animó a que realizara el examen de ingreso en la escuela de Bellas Artes de San Fernando.

La educación que se impartía en la escuela estaba basada en la tradición pictórica, anclada todavía en el siglo anterior. Había una negación de la modernidad, en el arte se reflejaba una situación política determinantemente obstruida, en las que las puertas a las nuevas tendencias artísticas estaban cerradas.

A pesar de todas esas clases academicistas, carentes de cualquier tipo de modernidad plástica, su paso por la escuela de Bellas Artes fue decisivo en su vida artística. De su generación salieron grandes artistas que como él, trascendieron las barreras de la tradición.

Aún sin haber terminado sus estudios, ya sentía la necesidad vital de ir a la que era uno de los centros artísticos más importantes del momento, junto con Nueva York, París. En 1955 obtuvo la deseada beca y marchó a la ciudad parisina. No sin pasar por ciertas dificultades, pero con las ganas y la satisfacción de estar viendo, conociendo y aprehendiendo, no solo del las vanguardias sino del abanico de posibilidades culturales que ante él se desplegaban.

En España, tuvo la oportunidad de exponer en la Galería Buchholz en el año 1954 y posteriormente en la Galería Fernando Fe, ambas eran de los pocos espacios culturales que se podía ver algo avanzado y de calidad. Su primera exposición en París fue en la Galería Arnaud, el año 1955, tras esta exposición se sucedieron veinticinco años de exposiciones con la misma galería.

Tras su estancia en París, llegó cargado de energía artística y al ver que el panorama español no había avanzado, sintió la necesidad, junto a los artistas Rafael Canogar, Antonio Saura, Juana Francés, Manuel Millares, Manuel Rivera, Antonio Suárez y Pablo Serrano y a los críticos Manuel Conde y José Ayllón, de fundar el grupo “EL Paso”. “El Paso” fue uno de los primeros movimientos vanguardistas de la España de la posguerra, introduciendo en nuestro país las premisas del informalismo y del expresionismo abstracto, recogiendo el testigo de las vanguardias históricas.

En 1981 abandona París y se traslada a Montreal hasta 1983, año en el que fijará su residencia en Nueva York.

Tras las exposiciones realizadas con el grupo, llegó el reconocimiento internacional y múltiples premios concedidos a lo largo de su larga trayectoria artística. Sus obras pueden verse en los más importantes museos de ciudades de todo el mundo: Nueva York, Houston, Toronto, Búfalo, México D.F., Río de Janeiro, Roma, París, Marsella, Suiza, Bélgica, Zurich, Tokyo, Japón, Israel. Y en ciudades españolas como Madrid, Álava, Alicante, Sevilla o Cuenca.